Ayer regresé de un pequeño viaje a tierras michoacanas. No es la primera ocasión que visito aquellos rumbos, pero esta vez fue distinto por muchas razones, y al final me sentí como si me hubiera reencontrado con una parte perdida de mi mismo. Se trató de largas conversaciones, algunas profundas y otras completamente vanas, a veces tristes o divertidas, pero todas ellas provechosas. También hubo muchos lugares familiares pero con personas distintas y con perspectivas novedosas. Por eso me gusta viajar, por la experiencia reflexiva que deja en mí, por descubrir nuevos atardeceres y nuevos sentimientos. Lo mejor es que de ahora en adelante todo va a estar bien.
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1 comentario:
venga muchahco que todo salga bien...
saludos
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