jueves, 27 de octubre de 2005

Réquiem

Anoche vi a mis buenos amigos. Por mala suerte, no pude estar a la hora convenida y llegue con 2 horas de retraso. Valió la pena la desvelada, porque pudimos platicar algunas cosillas de nuestra vida sentimental. Es sorprendente ir siempre un poco más al fondo de las personas, a veces uno mismo revela pequeños detalles y al final nos conocemos y nos apreciamos mejor. Por burlarme de que los demás tendrían que madrugar, desde temprana hora de la mañana desperté y ya no pude dormir como hubiera querido.
Aprovecho para mandar mis condolencias, donde quiera que se encuentre, a la familia de uno de mis peces que anoche se suicidó. Llegamos en la mañana y al estar pasando revista con los habitantes del acuario, noté que faltaban 2. En seguida buscamos en todos los rincones donde a veces se esconden. Encontramos al primer ausente, afortunadamente aún vivo, pegado a la boca del filtro. Este lo succionó y no podía moverse. Pensamos que estaba muerto pero al despegarlo para sacar su aparente cadáver, el condenado se puso a nadar, mallugado pero vivo, nos dio un alivio momentáneo. La alegría no duró porque al seguir buscando a su compañero, miramos al piso y ahí estaba, totalmente inanimado, duro como charal con sal, ahogado sin agua. El muy baboso saltó fuera de la pecera y encontró la muerte. Lo que yo digo es que si le gustaban los deportes extremos, los hubiera practicado durante el día, cuando por lo menos lo habríamos podido regresar al agua. Descanse en paz.... ¿y cómo será el infierno de los peces?

lunes, 24 de octubre de 2005

Reencuentro

Ayer regresé de un pequeño viaje a tierras michoacanas. No es la primera ocasión que visito aquellos rumbos, pero esta vez fue distinto por muchas razones, y al final me sentí como si me hubiera reencontrado con una parte perdida de mi mismo. Se trató de largas conversaciones, algunas profundas y otras completamente vanas, a veces tristes o divertidas, pero todas ellas provechosas. También hubo muchos lugares familiares pero con personas distintas y con perspectivas novedosas. Por eso me gusta viajar, por la experiencia reflexiva que deja en mí, por descubrir nuevos atardeceres y nuevos sentimientos. Lo mejor es que de ahora en adelante todo va a estar bien.

viernes, 14 de octubre de 2005

Días contados

Después de 3 años de intenso trabajo, nuevas experiencias y muchísimo aprendizaje, es muy probable que el próximo 16 de enero de 2006 tenga que dejar mi actual empleo. Ni siquiera se trata de que quiera renunciar, sino que la inminente salida de mi jefa me dejará en un escenario complicado, ni modo, así es el servicio público. Pronto tendremos que comenzar a hacer las maletas y eso provoca un sentimiento de nostalgia entre muchos de mis compañeros, lo peor de todo es que ya me estoy contagiando y empiezo a extrañar todo aquello que hay a mi alrededor. Pero no es malo saber el futuro por anticipado, al contrario, me está permitiendo hacer una mejor planeación de lo que me depara el próximo año, y no me refiero solamente a un nuevo trabajo, más bien estoy pensando en hacer todas aquellas cosas que en estos 3 años se quedaron pendientes, diversión, viajes, y un largo etcétera. Al momento de ir cerrando este ciclo, creo que el balance final será positivo, pues me queda la satisfacción de haber estado trabajando del lado de los buenos, de saber que los pequeños sacrificios valieron la pena, y de que mi paso por este lugar no fue en vano.

martes, 4 de octubre de 2005

103,467 aficionados




El domingo me lancé al Azteca. No, claro que no fui a ver al América (guacala), fui al partido de temporada regular entre San Francisco y Arizona. Podría decirse que fue un sueño hecho realidad, ya que desde muy pequeño soy admirador de los 49ers, desde su época dorada con Joe Montana. Además, era un plus saber que no se trataba solo de un juego de exhibición, sino que era competencia verdadera, pasión real. Desde el momento en que entramos al estadio, la emoción me recorría completito, a tal punto que cuando se llevó a cabo el kickoff inicial hasta se me puso la carne de gallina. Si a eso le agregamos que en las pantallas apareció la noticia de que México era campeón mundial sub17, entonces el júbilo no podía ser mayor. San Francisco comenzó ganando 14-0 con un par de errores de Arizona. Pero las cosas no serían tan felices para el final del partido, ya que nos dieron la vuelta para un rotundo 31-14 (miren mi cara de frustración al final). Eso no arruinó la diversión, ya que la cerveza y las porristas estuvieron ahí toda la noche para poner una sonrisa en mi rostro. La organización del evento fue impecable, digno de la NFL, así que ya estoy pensando que ahora quiero ir al superdomingo... al Super Bowl.

Lucharaaaaán!!!!


Después de escapar del trabajo antes de la hora de salida y atravesar la ciudad en medio del tráfico de viernes de quincena, al fin logramos llegar hasta el lugar donde muchos de los grandes se han consagrado, la Arena México. He de confesar que no soy el fan número uno de la lucha libre, ni las veo todos los domingos en la tv, ni nada por el estilo, pero sentía una gran curiosidad por sentir el ambiente que se vive alrededor del cuadrilátero, y claro, el objetivo principal era ir de relajiento y pasar un rato divertido con los amigos. Me sorprendió mucho el ver que gran parte del público eran niños menores de 12 años, de hecho, alrededor de mi lugar sólo había chamacos que no perdieron detalle del espectáculo en toda la noche. También me sorprendió ver que el ambiente es muy tranquilo, creo que en el Estadio Azteca o en CU se siente más hostilidad en las gradas. Conforme la cartelera iba avanzando, el show iba mejorando cada vez más, al grado que en la última lucha, todos gritabamos para apoyar a nuestros favoritos, los lances eran más y más espectaculares, la emoción se sentía de verdad. Lo mejor de todo es ver a los chavitos a tu alrededor, gritando peladeces, y con ganas de subirse al ring y demostrar que tan buenos son. Yo también tenía ganas de subirme a golpear a los rudos, porque a pesar de todo, soy técnico. Cabe mencionar que la venta de boletos es una verdadera mafia, porque no se consiguen en las taquillas, solo en reventa y a más del doble de su precio original, pero eso no demerita el espectáculo. Es cierto, la lucha libre en gran medida es teatral, sin embargo, la mayoría de los golpes son reales y el riesgo está presente a cada segundo. Ahora estoy convencido que a pesar de que la competencia es poco real, los luchadores son verdaderos deportistas, artistas e ídolos populares.

De viernes a domingo

Me acabo de dar cuenta que cada vez que me siento a escribir en este diario, lo hago casi siempre de las actividades de los fines de semana. Eso me puso a pensar si es que las cosas divertidas de mi vida solo ocurrían de viernes a domingo. La conclusión: un rotundo sí. Se ha vuelto inevitable el postergar todos mis planes con mis amigos y mi familia a los últimos 3 días de la semana. Ahora me pongo a pensar en como me he adaptado a un horario de trabajo, que a pesar de su flexibilidad, no me permite disponer de tiempo libre a plenitud de lunes a viernes. Ok, no es queja, solo es un análisis sin pretensiones, y para no variar ahí les va la reseña del fin pasado...