martes, 4 de octubre de 2005

103,467 aficionados




El domingo me lancé al Azteca. No, claro que no fui a ver al América (guacala), fui al partido de temporada regular entre San Francisco y Arizona. Podría decirse que fue un sueño hecho realidad, ya que desde muy pequeño soy admirador de los 49ers, desde su época dorada con Joe Montana. Además, era un plus saber que no se trataba solo de un juego de exhibición, sino que era competencia verdadera, pasión real. Desde el momento en que entramos al estadio, la emoción me recorría completito, a tal punto que cuando se llevó a cabo el kickoff inicial hasta se me puso la carne de gallina. Si a eso le agregamos que en las pantallas apareció la noticia de que México era campeón mundial sub17, entonces el júbilo no podía ser mayor. San Francisco comenzó ganando 14-0 con un par de errores de Arizona. Pero las cosas no serían tan felices para el final del partido, ya que nos dieron la vuelta para un rotundo 31-14 (miren mi cara de frustración al final). Eso no arruinó la diversión, ya que la cerveza y las porristas estuvieron ahí toda la noche para poner una sonrisa en mi rostro. La organización del evento fue impecable, digno de la NFL, así que ya estoy pensando que ahora quiero ir al superdomingo... al Super Bowl.

1 comentario:

Angel dijo...

buena muchacho, ahora si que se la pasaron bien, NFL, lastima que yo no soy tan fan de esa madre, pero tan cerca que lo tengo, deberia de ir mas seguido....
en fin, un saludo bro