lunes, 1 de agosto de 2005

Divirtiéndome como enano

Así es, este fin de semana fue la fiesta de Mariana y estuvo muy divertida. Para empezar, los tacos dorados estaban deliciosos y eso nos tuvo entretenidos por un rato. Cerveza helada para acompañar la comida y pasar un rato genial con amigos y familia. Llegó la hora del payaso y no dudamos ni un segundo en participar; hicimos el ridículo pero estuvo muy chistoso. No me dejaron pegarle a la piñata pero cuando se rompió, pude ayudarle a Sofía a juntar dulces. La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, y aunque mucha gente se fue, otros llegaron y pudimos continuar con el relajo. A las 4 am tuve que desaparecer dejando a los demás en pleno bacanal, porque el domingo tenía que ir al trabajo. El domingo por la tarde, como aún no se llevaban el castillo inflable que habían contratado para la fiesta, mis primos y yo hicimos uso del mismo para arrojarnos desde lo alto de una escalera, adrenalina y diversión pura. A veces creo que las fiestas infantiles son mejores que las de adultos.

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