
Fin de semana de locos. Después de mas de una semana de planeación, el sábado pasado fuimos al río Amacuzac en Morelos a practicar rafting. Ya había pasado más de un año desde que todo el grupo había acordado incluir esta actividad en el calendario, pero por una u otra razón no se había presentado la oportunidad. Y al fin lo hicimos, nos lanzamos hacia allá en las primeras horas del día, incluso aun no había luz de día cuando salí de casa pero la experiencia valdría la pena. En el grupo eramos 8 pero tuvimos que ser divididos en 2 grupos y 2 balsas diferentes, aunque eso no impidió ni limitó la diversión. Los guías se encargan de hacerte entender que lo más importante es el trabajo en equipo, tanto para la travesía como para situaciones extraordinarias como caídas u otro tipo de imprevistos. Hablando de caídas, esta vez fueron Fab y Paty las accidentadas, asi que habrá que recordarles que no se hagan que la virgen les habla y que inviten las chelas que deben. En algunas partes el recorrido parecía estar demasiado tranquilo y sin mucha emoción, pero la buena disposición del guía y del grupo en general, hizo que cada tramo del río tuviera distintas emociones. Al final todos teníamos la impresión de que había sido muy poco tiempo lo que había durado la mini expedición, pero la mayoría cambió de opinión el domingo cuando sintió el cuerpo adolorido, como si el río lo hubieramos recorrido nadando o nosotros mismos hubieramos sido la balsa.